Así de bien lo pasamos en el 30 aniversario de Parteluz

Con enorme alegría hemos celebrado el 30 aniversario de Parteluz el sábado 19 de noviembre en el Hotel Ciudad de Burgos. Ha sido un día de familia, de recuerdos, de proyectos, de reencuentros, de fiesta. Como algunos han comentado, ha sido como una pequeña boda.

El comienzo oficial era 13:00 horas. La sala estaba decorada como merecía el evento: el cartel oficial, una furgoneta a modo de photocall, un rótulo con las letras grandes de Parteluz que a la vez estaba formado por características nuestras: naturaleza, solidaridad, familia, alegría, amistad…

Como suele pasar en estas ocasiones, se retrasó el arranque por los encuentros y los saludos. Empezamos con una eucaristía presidida por nuestro querido Ángel y acompañada por cuatro sacerdotes que han tenido contacto con nosotros a lo largo de estos años. Los recordamos como testimonio de agradecimiento: Rafa, Diego, Isaac y Sergio.

La homilía de Ángel, como ya es habitual, fue en verso y nos dio para reír, pensar, emocionarnos, recordar… Fueron especialmente emotivas las palabras que dedicó a Serafín. El coro musical de Santi, Ludka e Himar nos ayudó a participar cantando.

Compartiendo mesa y conversación

A continuación, un rico cóctel nos dio la oportunidad de hablar unos con otros y saludarnos con más gente, pues en ese momento estábamos unas ciento setenta personas en el salón. Aunque la mayoría vivimos en Burgos, algunos habían venido desde ciudades lejanas a compartir la celebración.

De ahí pasamos al comedor. Durante una hora disfrutamos de la comida (bufet libre) y la conversación con los amigos por edades: la mesa de los de Secundaria, la mesa de los de veintialgo, la mesa de los que están cerca de los treinta, así hasta la mesa de padres de antiguos del Parteluz. Hasta una bisabuela había.

En la comida compramos, como es tradicional, papeletas para la rifa de un queso, unos ibéricos y un jamón que tuvo lugar después en la velada. Entre comida y velada tuvimos la foto oficial en una rampa en la calle para que se nos viera a todos. Y ¡qué guapos salimos! Y ¡qué satisfacción ver todo el grupo sonriendo!

Un mar de golosinas esperaba a los más pequeños, y no tan pequeños, en el candy bar. Los mayores disponían de un libro para las dedicatorias y algunas informaciones y regalos de nuestra ONG: Persona-Solidaridad.

Por supuesto, hubo velada

Iniciamos la velada con el pregón de la fiesta. Serafín recordó algunos de los momentos más bellos vividos por los presentes y anunció que está escribiendo un libro con la pedagogía de Parteluz. Pretende que la emocionalidad de las experiencias vividas se conviertan en planteamientos pedagógicos que puedan inspirar a futuras generaciones y también a la vida de los presentes, aunque hayamos dejado atrás la juventud.

La velada contó con testimonios por generaciones, diapositivas que nos hicieron recordar y reír, actuaciones de momentos cómicos vividos a lo largo de estos años, un saleroso monólogo de Alberto, propuestas de futuro. En paralelo, los niños contaron con un servicio de guardería para jugar y divertirse. Sin darnos cuenta se nos hicieron casi las ocho de la tarde.

Cerramos el día con música para bailar los que quisieron. Resultó simpático ver bailando juntas a chicas de catorce años con mamás de cuarenta y tantos. Y niños de todas las edades bailando, saltando y corriendo por el salón con esa energía incombustible de los primeros años de vida.

En camino hacia el 35 aniversario

Un poco antes de las diez dimos por concluido el día con la satisfacción de haber vivido un día hermoso, de haber disfrutado de reencuentros, de recuerdos hermosos, de proyectos de futuro…, y con la vista ya en la próxima celebración que, Dios mediante, será para el 35 aniversario. Aunque los más jóvenes querrán retomar la celebración anual que interrumpió la pandemia. A Parteluz le queda carrete para rato y, cada vez, con proyectos más ambiciosos.